Respiratory Hazards in Agriculture – Spanish

¿QUE ESTÁ EN RIESGO?

Los trabajadores agrícolas están expuestos a muchas partículas y gases nocivos que, con el tiempo, causan daños permanentes en las vías respiratorias. Los elementos peligrosos son invisibles y la mayoría de las veces pasan desapercibidos. Hay que concienciar a los trabajadores de cuáles son estos peligros y cómo pueden evitar los numerosos efectos irreversibles a largo plazo.

¿CUÁL ES EL PELIGRO?

Los entornos agrícolas albergan una multitud de fuentes de exposición a irritantes y alérgenos: el polvo, el moho, los gases, los pesticidas y los productos químicos contribuyen a aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias. El pulmón del agricultor, el síndrome del polvo orgánico tóxico, la alveolitis alérgica extrínseca, el asma, la rinitis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y un importante deterioro de la función pulmonar son el resultado de la exposición a partículas y gases peligrosos generados por el trabajo agrícola. Si no se utilizan los EPP adecuados y se aplican medidas preventivas, los daños al sistema respiratorio son inevitables.

EJEMPLO

Un agricultor de 80 años ha pasado los últimos cuarenta años de su vida sufriendo asma, una enfermedad desencadenada por haber trabajado con pesticidas la mayor parte de su vida. De niño trabajaba junto a sus padres en su granja y continuó haciéndolo hasta la edad adulta. El uso de herbicidas y fungicidas durante varios años le expuso a una gran cantidad de toxicidad, lo que provocó un rápido deterioro de la función respiratoria, desencadenando el asma a principios de los cuarenta. La calidad de vida se vio afectada de forma significativa y negativa.

COMO PROTEGERSE

Todos los equipos, contenedores y espacios de trabajo deben estar visiblemente etiquetados con advertencias claras.

Comprender las diferentes fuentes de insuficiencia respiratoria en la agricultura, y los métodos utilizados para eliminarlas:

Polvo y esporas de moho

Asegúrese de que los sistemas de transporte de granos y piensos estén cerrados y tengan conductos a prueba de fugas.
Las zonas con partículas en el aire y que son frecuentadas por los trabajadores (por ejemplo, los espacios donde se abren las pacas, etc.) deben tener sistemas de ventilación. Abrir las pacas con una horquilla en lugar de hacerlo manualmente.
Los cultivos cosechados deben almacenarse secos (con un contenido de humedad del 14%).
Los equipos autopropulsados deben tener cabinas cerradas con aire filtrado.
Encierre las áreas que producen materiales en el aire.
Utilizar pienso en pellets en lugar de picado, y sustituir el heno por ensilado para eliminar el polvo y los hongos.
Utilice un proceso húmedo al limpiar.
Manténgase alejado del viento de los equipos o espacios de trabajo.
Reduzca la velocidad. Esto incluye la disminución de la velocidad de los equipos en los campos y el vertido de material, lo que reduce la generación de partículas finas.
El lavado a presión con agua fría, agua con aditivos y el rociado con aceite vegetal minimiza el polvo en interiores.
Alimentar a los animales justo antes de salir de la habitación.

Gases

Óxidos de nitrógeno (principalmente en los silos) – Colocar carteles de advertencia en el exterior de los silos, evitar entrar en un silo durante 2 ó 3 semanas después del llenado y hacer funcionar los sopladores durante al menos 30 minutos antes de entrar.

Monóxido de carbono – Ventile adecuadamente todos los edificios en los que funcionen motores de combustión interna y asegúrese de que todos los equipos funcionan correctamente.

Amoníaco – Evite entrar en las fosas de estiércol durante la agitación. Utilice turba para la cama en los establos de las aves de corral y asegúrese de mantenerla seca. Asegurarse de extraer todo el aire posible a través de los canales de estiércol, y utilizar trampillas herméticas, trampas de agua o ventiladores de evacuación.

Sulfuro de hidrógeno (H2S) – Considerado el subproducto más mortífero de la descomposición del estiércol, este gas es más pesado que el aire y tiene un claro olor a huevos podridos. Asegúrese de que haya una trampa de gas entre el edificio de confinamiento y el almacenamiento exterior y dirija el flujo de aire hacia el suelo, manteniendo el polvo y los gases fuera de la zona de respiración del trabajador.

Dióxido de carbono (CO2) – Al igual que el H2S, es otro subproducto de la descomposición y fermentación del estiércol y es más pesado que el aire, pero es difícil de detectar. Provoca dificultad para respirar y mareos y, en concentraciones más altas, la muerte.

Metano (CH4) – Es un gas inodoro que se acumula a mayor altura, ya que es más ligero que el aire. Al igual que el CO2, actúa como asfixiante, pero también es altamente explosivo.

Productos químicos agrícolas

Estos incluyen pesticidas, fertilizantes y desinfectantes.
Asegúrese de seguir las instrucciones de la etiqueta.
Inspeccione y mantenga periódicamente el equipo de pulverización para evitar la rotura/filtración de las válvulas.

Utilice siempre el EPP adecuado para el trabajo. Existen dos tipos de respiradores purificadores de aire, que pueden utilizarse en entornos con una alta concentración de polvo y pesticidas, pero no deben utilizarse en entornos con falta de oxígeno:

Cartucho químico – Protegen contra algunos gases y vapores. Cuando se pinta con espray o se aplica un plaguicida, se debe utilizar un cartucho químico con un filtro mecánico adecuado.
Filtro mecánico – Debe utilizarse con la aprobación de polvo tóxico para proteger contra el polvo de los cereales y los mohos.
Utilice respiradores con suministro de aire (ya sea una máscara con manguera y suministro de aire de emergencia o un aparato respiratorio autónomo) en entornos con oxígeno limitado.

CONCLUSIÓN

El estado y el tratamiento de nuestro suministro de oxígeno es algo que no se puede pasar por alto ni abusar de él. La exposición a largo plazo a diversos polvos, mohos, gases y productos químicos puede causar efectos perjudiciales en nuestras vías respiratorias, lo que se traduce en toda una vida de lucha por respirar. Informarse sobre los peligros y tomar las medidas adecuadas para prevenirlos es crucial en todos los entornos agrícolas.