Asbestos Dangers Fatality Report – Spanish

CASO NO. 1
El médico de Heather le preguntó: “¿su padre era minero o trabajaba en la construcción de algún tipo?”. Respuesta: sí. Ella estuvo expuesta al asbesto a través del polvo que impregnaba su ropa y su coche. Como trabajador de la construcción. Su padre trabajaba en la limpieza y demolición de paredes secas. Gran parte del compuesto para juntas de paredes secas con el que trabajaba contenía asbesto.
La mayoría de los edificios en los que trabajó haciendo demoliciones contenían baldosas de asbesto en los suelos y en el techo.
El aislamiento de las tuberías y calderas que arrancaba tenía asbesto.
Muchos días volvía a casa del trabajo cubierto de polvo, una gruesa costra de color blanco grisáceo que cubría su chaqueta de trabajo. Una chaqueta que se ponía para hacer sus tareas exteriores. Una chaqueta que se ponía para salir a la conejera del cobertizo trasero a dar de comer y jugar con sus conejos. Una chaqueta que se ponía porque no importaba si se ensuciaba.
Esta chaqueta tenía polvo de asbesto por todas partes. Su coche tenía el mismo polvo. El polvo formaba parte de su infancia. Este polvo le causó la enfermedad.
Heather sobrevivió, pero a duras penas, tras años de sufrir un cáncer relacionado con la exposición al asbeto, incluyendo una cirugía radical. Sus “entrañas” estaban totalmente destruidas.
CASO Nº 2
A la edad de 52 años, un mecánico murió de mesotelioma, una forma rara de cáncer causada por la exposición al asbesto. Había trabajado con piezas de frenos y embragues de automóviles que contenían asbesto.
El organismo de indemnización de los trabajadores de la región en la que vivía había aceptado su reclamación por enfermedad relacionada con el asbesto.
Su muerte es una de las muchas relacionadas con la exposición al asbesto en el lugar de trabajo. El asbesto, un mineral fibroso de origen natural, se ha utilizado ampliamente en productos por sus cualidades aislantes e ignífugas. Cuando se altera, el material se rompe en pequeñas fibras que se incrustan en los pulmones, provocando crecimientos cancerosos. Las enfermedades crónicas atribuidas a la exposición al asbesto son la asbestosis, el cáncer de pulmón y el mesotelioma. El tiempo que transcurre entre la exposición y la aparición de la enfermedad puede ser de 20 a 40 años.